JULIO 10

13.10.2022

"Estén alerta, no sea que....aquel día venga súbitamente sobre ustedes como un lazo;" Lucas 21:34-35

Mientras que los adivinos, astrólogos y otros intérpretes del futuro andan a tientas en la oscuridad, la Palabra profética de la Biblia nos transmite una luz brillante y siempre da en el blanco. "Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones" (2 Pe. 1:19). Con la Palabra profética poseemos algo tangible: quien le presta atención hace bien en hacerlo, pues busca orientación allí donde se puede encontrar. La Palabra de Dios ilumina los acontecimientos de nuestro tiempo y, como una lámpara, nos guía seguros, dando firmeza a nuestro pie y abriéndonos una clara perspectiva. La Palabra profética es la luz en la oscuridad de este mundo. Nadie puede encontrar su camino sin esta luz. En estos días leí la frase: "Mientras el mundo se vuelve cada vez más oscuro, la promesa del regreso de Cristo brilla cada vez más". La Palabra profética nos eleva y nos orienta hacia el regreso de Jesús, ilumina nuestras almas. Por eso debemos mantener la vista puesta en ella y moverla en nuestros corazones, prestarle toda nuestra atención.

Parece que se estuviera armando el escenario para los actos finales de la historia, pero el telón aún sigue cerrado. De repente se levantará y los acontecimientos se precipitarán sobre el mundo: "Estén alerta, no sea que....aquel día venga súbitamente sobre ustedes como un lazo." ¿Acaso la pandemia no nos ha mostrado ya lo rápido que pueden venir los acontecimientos sobre nosotros? Con la repentina guerra entre Ucrania y Rusia pasó lo mismo. Muchos se preguntan: ¿qué vendrá a continuación? Existe una amenaza de colapso económico mundial, incluso de hambruna e inflación: "La gente nunca puede predecir cuándo vendrán tiempos difíciles. Como los peces en la red o los pájaros en la trampa, la gente queda atrapada por tragedias repentinas." (Ec. 9:12).

Ciertamente el alarmismo no es bueno, pero es necesaria una llamada de atención. Los acontecimientos apocalípticos se vislumbran en el horizonte. Y muchos cristianos preguntamos: " ¿Será que todo lo que está ocurriendo a nuestro alrededor es el comienzo de los dolores de parto que preceden a la venida del SEÑOR Jesucristo". El mismo SEÑOR Jesús nos da la respuesta: "Ustedes oirán de guerras y de rumores de guerras, pero procuren NO alarmarse (no entren en pánico). Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. Se levantará nación contra nación, y reino contra reino. Habrá hambres y terremotos por todas partes. Todo esto será apenas el comienzo de los dolores." Mateo 24:6-8 En vista de ello, los cristianos estamos llamados a ser "hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecen como luminares en el mundo" (Fil. 2:15). En la noche de este mundo podemos brillar como las estrellas. En épocas anteriores, las estrellas se utilizaban como guía, por ejemplo, en la navegación.

Finalmente, el SEÑOR advierte al decir en Apocalipsis 3:3: "Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti". Todos esperaríamos que dijera: "Si no te arrepientes", como hizo con las otras iglesias; sin embargo, el SEÑOR sabe que si se despiertan y oran, el arrepentimiento vendrá como lógica consecuencia. El SEÑOR quiere advertirnos: "Si no velas, te encontraré desprevenido en mi regreso". Si te encuentras dormido, entonces serás como las cinco vírgenes necias que no llevaron aceite consigo. No estaban preparadas, por lo que no pudieron ir con el novio y participar en su boda. El ladrón no avisa a qué hora viene, y nos roba la oportunidad de prepararnos, si no lo hicimos antes. Dijo Jesús: "Pueden estar seguros de que si el dueño de la casa hubiera sabido a qué hora iba a venir el ladrón, no hubiera permitido que entrara en su casa." Lucas 12:39

Por tanto, "en estos tiempos peligrosos" que estamos viviendo, más que nunca la Oración debe ocupar un lugar prominente en nuestras vidas, estamos llamados a orar. "Estén alerta, velen; porque no saben cuándo es el tiempo señalado." Marcos 13:33 . Permanezcamos alertas, sin adormecernos, deseando la presencia del SEÑOR intensamente. Mantengamos de manera solemne nuestra lealtad a nuestro SEÑOR y Maestro. Confiemos con todo nuestro corazón en Él, sin que nos perturben las guerras y los rumores de guerras, y sin estar en ansiosa inquietud, incluso en la hora del sufrimiento, porque Él ha prometido estar con nosotros hasta el fin. Busquemos en oración constantemente Su Reino, Su gloria y la realización de su propósito. " Velen en todo tiempo, orando para que tengan fuerza para escapar de todas estas cosas que están por suceder, y puedan estar en pie delante del Hijo del Hombre." La llamada es clara: Estemos preparados, estemos atentos, limpiemos nuestros corazón, afinemos el oído para escuchar Su voz. "Estén alerta, no sea que....aquel día venga súbitamente sobre ustedes como un lazo."