AGOSTO 10

17.11.2022

"Ven conmigo desde el Líbano, esposa mía". Cantares 4:8 Primera Parte

Este es un llamado que Cristo hace a su esposa, la iglesia, para que salga del mundo, para que separe sus pensamientos y sus afectos por completo de los antiguos objetos de atracción, y fije su mirada solo en Él. Dios es amor y Su amor es sensible, el amor insondable de Dios a los hombres no tiene límites: "Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que todo el que crea en Él no muera, sino que tenga vida eterna". (Juan 3:16). Y sufre hasta sentir celos cuando su pueblo se aparta de Él. Aunque el Líbano, es decir lo que ofrece el mundo parece atractivo, sal de allí, porque estás en peligro mientras estés enredado en él: "Por tanto, dice el SEÑOR: Salgan de en medio de ellos y apártense." 2 Cor.6:17 "Ven conmigo desde el Líbano, esposa mía". Ven tú. que me has seguido, ven tu, que has nacido de nuevo, ven tu, que has dejado tu vana manera de vivir, ven tu, que has me has entregado el corazón, ven tu, que has sido liberada, redimida y salvada. Ven, eres mía porque te compré a precio de mi Sangre. Ven, aparta tu mirada del pasado y deleitate en el futuro conmigo.

"Ven conmigo desde el Líbano, oh esposa mía; ven conmigo desde el Líbano" Él la invita a ir consigo. Él ha aceptado su entrega de sí misma. Él es suyo; y ella, suya. "Mi amado es mío, y yo suya;" (Cantares 2:16).Ella ya es templo del Dios vivo, como Dios dijo: "Habitaré en ellos y caminaré entre ellos. Y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. 2 Cor.6.16. Él habita en nuestro corazón transformándolo, renovándolo, y divinizándolo. Su presencia dentro de nosotros resplandece, somos hechos conforme a la imagen del Hijo. Rom.8:29, por obra del Espíritu Santo con el cual hemos sido sellados. Ef.1:3, para llegar a ser partícipes de la naturaleza divina. 2 Ped.1:4. Así amamos al Padre con el amor del Hijo en toda obediencia y sumisión, Y como la luz de la resurrección emana de Cristo resucitado habitando en nosotros, esta misma luz emana de nosotros, irradiando e iluminando a todos los que encontramos en el camino de la vida hasta la patria celestial." - Steven Scherrer"Cuando el alma del creyente responde a su llamamiento y le da todo su corazón, todo su pensamiento y su afecto está centrado sólo en Él, entonces, las hermosas palabras de Oseas son verdaderas para ella. "Yo te haré mi esposa y te seré fiel, y tú entonces me conocerás como el SEÑOR." Este es el secreto de una vida consagrada y feliz, y la única vida que puede satisfacer a nuestro SEÑOR; tener nuestro corazón fiel, solo para ÉL. Él quiere que entendamos que Su corazón está tan contento como el nuestro en la consumación de Su unión con nosotros. Él nos ha elegido como el objeto de su peculiar y eterno amor, y necesita nuestro amor como nosotros necesitamos el suyo.

Puede que no seamos capaces de comprender por qué alguien tan superior a nosotros quiere el amor de aquellos tan indignos ante Él, pero siempre hay algo en el amor que es inexplicable. Él nos ha amado en una medida totalmente desproporcionada a cualquier derecho o idoneidad en los objetos de ese amor. Contribuimos a Su alegría tanto como a la nuestra cuando entregamos nuestros corazones a nuestro mejor Amigo y Esposo, Cristo. Podemos ser pobres e indignos, pero si llevamos a Jesús un corazón de amor, será para Él un tesoro invaluable, de valores intrínsecos insuperables.
En la vida conyugal no puede haber sustituto para el amor. Sin amor, el matrimonio es una burla horrible, un fracaso. una mentira, y en nuestra relación con Jesucristo, nuestro Esposo Divino, sin amor no podemos tener comunión con Él, sin amor somos como un metal que resuena o un platillo que hace ruido.Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy. 3 1 Cor.13:1 Todas nuestras teorías, ceremonias, formas externas de piedad, son una farsa ofensiva, y a pesar de todo lo que podamos hacer, pensar o decir, Su sentencia solo puede ser: "Has dejado tu primer amor".... Porque eres tibio, te vomitaré de mi boca". Entonces, aceptemos su llamado: "Ven conmigo desde el Líbano, esposa mía".

Es el corazón que está totalmente dedicado a Jesús, es el que se convierte en la mayor bendición para la humanidad. Nadie puede ser una bendición tan grande para el mundo como aquellos que, más allá de todo lo que hacen por el mundo, aman y sirven sólo al SEÑOR. Y es cuando entramos en el seno de Su amor que somos capaces de pararnos, como la esposa e invitar a Sus hijos errantes al festín que Su amor ha provisto: "El Espíritu y la Esposa dicen ven". Es hasta que nos convertimos en la Esposa, y somos llenos del Espíritu, que somos capaces de representar al Esposo, y podemos decir en toda la plenitud del poder efectivo: "Ven". Y el que tiene sed, el que quiera, que tome gratuitamente del agua de la vida." Apoc.22:17. Si queremos ser una bendición perfecta para un mundo triste y perdido, vengamos y entremos en la vida de amor del SEÑOR. "Ven conmigo desde el Líbano, esposa mía''. - A.B. Simpson